viernes, 8 de enero de 2010

Mi cumpleaños número 17

Después de ese episodio llegaron dos semanas de puros regalos, cartas, peluches, chocolates, flores, de todo.
Lo metí todo en una caja grande, la cerré y le pegué una tarjetita que decía "Gracias por tanta infelicidad"
Se acercaba mi cumpleaños, noviembre, mis 17. Yo siempre le dije que para mi cumpleaños quería un vestido rojo; no sé porque, cualquiera, pero rojo, lindo.
Esa mañana cuando me despierto me llega un paquete, la tarjeta decía "Feliz cumpleaños, princesa, lo que querías, aunque quisieras otra cosa en realidad". Lo abro, un vestido rojo.
Esa misma noche iba a salir a festejar ya que mi cumpleaños cayó un sábado. Me pasé todo mi bendito cumpleaños (a la tarde) en mi casa, cociendo, remendando, cortando.
Me comencé a vestir, iban a llegar mis amigas a casa para irnos al bar. Llegaron, pedimos un remis y nos fuimos.
Él sabía donde iba a ir, a que hora, con quien. Estaba esperándome en la puerta, solo.
Cuando llegue, abrió los ojos y me miró sorprendido, asustado, enojado, no sé. Yo llevaba puesto su vestido, si, el que me regaló esa mañana, solo que lo había cortado, me quedaba por debajo de la cola, justito; le hice escote, lo ajusté a mi cuerpo, bien apretado (y pensaba que las clases que me daba mi tía de costura no me iban a servir). Labios rojos, uñas rojas, zapatos altos rojos y el pelo suelto. Todos me miraban, él más. Pasé como si ni lo hubiera visto, entré.
Me agarra alguien por detrás.
"¿Qué haces? ¿Estas loca?" - me dice, era él, Martín.
"Ah, sos vos. ¿te gusta? gracias por darme el atuendo de mi noche" - contesté sonriendo.
"Pareces una puta" - dijo, enojado.
"¿A vos no te gustaba esa onda? Perdón, me olvidé las botas, no me las regalaste" - dije, y me fui a bailar.
Toda la noche viendo que nadie se me acerque, hasta que uno me sacó a bailar y el vino embalado y lo empujó.
"Martín, no jodas, hacé tu vida" - le grité.
"Vos sos mi vida, "Mariana", yo cuido a mi vida" - dijo.
"Que bien la cuidaste que la perdiste, andate, es mi noche y pretendo, como vos, olvidar a mi ex; anda a saber como" - dije, siempre alegre y por último guiñándole un ojo.
Enojado se fue empujando a todos, pero se sentó siempre mirándome y cuando yo estaba con un chico besándome él se paraba, pero no hacía nada, me miraba con odio.

4 comentarios:

  1. A bueno.. fuerte todo.
    Muy muy todo.
    Pero bueno, las relaciones son así.
    Te mando saludos!

    ResponderEliminar
  2. Entre de casualidad. Me lei toda la historia. Es muy fuerte..
    Te sigoo!
    Un besotee

    ResponderEliminar
  3. Ah la mierda. Bueno, tu actitud es admirable la verdad.

    ResponderEliminar
  4. si muy fuerte casi completamente hermosa casi completamente triste.

    ResponderEliminar

Gracias por poner aquí tu opinión, cada palabra tuya me ayudará a crecer.