Julián, para que lo conozcan mejor y sepan de quién hablamos, es de estatura normal, rubio con ojos miel, pelo desprolijísimo, gracioso, confiable, una persona realmente tierna y que te sabe hacer enojar. Es mi amigo desde que tengo quince años. Nos conocimos en el colegio cuando yo entré, el fue el primero en darme su amistad. Nos hicimos muy buenos amigos desde entonces, no nos separábamos casi nunca.Celeste y yo nos cambiamos juntas de colegio, por lo que eramos los tres inseparables, un grupito, al que luego se le añadirían mas.
Nunca hubo indicio de "enamoramiento" entre nosotros (y vale aclarar que él es realmente lindo, todas están detrás de él, pero siempre lo vi como un hermano), bien claro teníamos que éramos amigos y además, nunca se dio.
Cuando yo comencé a salir con Martín, apenas se lo conté a él se enojó; sin conocerlos comenzó a decirme que no era para mi, que era mal pibe, y muchas cosas más. Quizá teniendo en cuenta eso me cierran algunas cosas, como ¿por qué no quería que tenga novio?
Con el tiempo lo fue aceptando pero igual no quería saber nada. Eso fue una de las cosas por las que nos "alejamos" un poco. Yo sabiendo que él no quiere saber nada de mi vida amorosa no le puedo contar, por lo que no está enterado de nada.
El día que se lo presenté a Martín, cuando éramos novios, lo miro de arriba a abajo y dijo "ah, hola" y se fue. Me hizo quedar bastante mal ya que yo estaba feliz de presentarle a mi mejor amigo, el que me cuidaba en todas y estaba siempre. Y continuó todo así, nunca pudieron tener una conversación muy extensa, y cuando lo hacían hablaban de cualquier cosa de poca importancia.
Aunque, sacando todo esto, él es un gran amigo y estuvo siempre que lo necesité, que estuve mal, y le guarda mucho más rencor a Martín desde el día que me falló; directamente él nunca más volvió a hablarle porque quería pegarle y, cuando le conté que después de un tiempo volvimos, se enojó conmigo pero después "logró entenderlo".
Ahora lo que todos esperan ¿no?
Él trabaja en una pizzería, arranca desde temprano pero hoy dijo que iba a entrar tarde sólo para hablar conmigo.
A las diez dijimos de encontrarnos en la plaza y hablar. Yo quería que sea algo rápido, además, no sabía como tratar un tema así con un amigo.
Llegué y él estaba esperándome sonriendo. Se paró y abrió los brazos para abrazarme... bueno, accedí y lo abracé.
Hablamos de cosas tontas, como que no podía largar lo que quería decir y él estaba feliz de tenerme ahí sentada parecía.
- Juli... - dije.
- Decime, Mar - contestó.
- ¿Por qué me besaste? - pregunté y lo miré a los ojos.
- Si, ya sé fue una equivocación, perdón Mar... -
- ¿Por qué lo hiciste? - pregunté insistiendo.
Me hizo una especie de caricia con el revez de la mano en mi mejilla y dijo:
- Porque lo quería hacer, Maru, realmente lo quería hacer hace mucho - contestó sin sacarme la mirada de encima - Ya sé que no fue la mejor forma, pero lo dejaste al pelotudo de Martín y vi mi oportunidad antes que empieces algo nuevo, algo serio - agregó.
Yo seguía mirándolo en silencio intentando armar una oración para decirle, pero no me surgía ninguna.
- Yo sabía que había terminado todo, me lo dijo Celeste ya que no hablamos de este tema y yo me aproveché, lo hice, y después te pregunté por las dudas, a ver que me contestabas sobre él y con que firmeza - agregó nuevamente.
- No debiste hacerlo - fue lo único que pude decir.
- Perdón Mar... realmente... -
- ¿Realmente que...? - dije.
- Nada -
- Decime Julián, no me ocultes más cosas -
Tomo aire, mucho, fue un suspiro largo y cuando soltó todo lo que aspiró dijo:
- Te amo, Mariana ¿si? desde que te conozco, desde que entraste al colegio. Pero somos amigos ¿entendes? y esa barrera no se cruza, no si me la cierran y no me dejan pasar... - dijo y miró el suelo tocándose el pelo, la cabeza, como con bronca.
Quedé totalmente sorprendida, estaba en una situación totalmente incómoda. Él era un amigo, un hermano, mi mejor amigo... me estaba confesando que me amaba, que lo hizo siempre y yo no podía decir que sentía lo mismo, yo salía de una relación complicada a conocer a alguien nuevo que me hacía bien, y ahora esto...
- Ehmm, Julián, yo no quiero que se arruine esta amistad - dije.
- Ya la arruiné yo, perdón - dijo, se levantó y se fue apurado.
Lo alcancé, no podía quedar todo así.
- Julián, escuchame, no quiero que cambien las cosas -
- Mariana, andate, no te quiero tener cerca si no puedo estar con vos, ya me cansé de ver como años te comiste pibes y yo observando que no se sobrepasen con vos, deseando ser al que besabas - dijo con lágrimas en los ojos.
Nunca vi llorar a Julián, nunca en estos años de amistad lo había hecho; es más, lo tenía como un chico demasiado duro en ese sentido, cuando yo lo conocí murió su tía, una a la que amaba muchísimo, como a una madre, y no lloró, nunca lo vi llorar. Realmente, entonces, le dolía lo que pasaba.
Me dijo eso y lo dejé ir, no iba a retenerlo y lastimarlo, preferí dejar que piense solo o no sé, no sabía que hacer.
Hace un rato llegué a mi casa y me siento mal. ¿Perdí un amigo? Está claro que lo mismo de antes nunca va a volver a ser y me pone demasiado mal eso. No saben cuanto lo quiero a Julián, él estuvo en cada momento que lo necesité y es una persona muy dulce.
Ahora entiendo por qué no quería ponerse nunca de novio cuando tuvo mil y una oportunidades; ahora entiendo por qué odiaba que no pasemos los recreos juntos y yo conozca gente nueva del colegio si él no estaba; ahora entiendo muchas cosas y yo tan ciega no lo vi, no lo imaginé.
Perdón Julián, aunque esto no lo leas. Te amo como un amigo, como un hermano y no quiero confundirme ahora aunque bien sepa que serías un buen partido para mi, para cualquiera, porque das completamente todo en una amistad y no imaginaría en un noviazgo.
Perdón, quisiera que fuera todo como antes.