Mi respuesta

Ayer a la noche decidió contestarme, me mandó un mensaje.

"Estuve mal"

De: Santiago

"Bueno, ya está, puedo llamarte?"

De: Mariana

"Puedo verte?"

De: Santiago

Mamá no estaba en casa, nunca está. ¿Qué podría pasar?

"Si, vení"

De: Mariana

A la media hora suena el timbre. Lo invito a pasar, me saluda seco.

Nos sentamos en el sillón, le traje algo para tomar y nos quedamos callados un momento.

- Perdón, no tenía que haberme ido pero no aguanté - dijo.

- Listo, ya está, fue algo complicado - contesté.

- Es que me molesta tanto ver que otro toque tus labios y yo no poder, porque nunca ví como se besaban ustedes - dijo, mirando para abajo.

- Si, ni yo me lo esperaba - dije, seria.

- ¿Te gustó?

- ¿Qué cosa? - pregunté.

- El beso, ¿te gustó el beso? - dijo, mirándome a los ojos fijamente.

- Santiago...

- Te gustó - dijo, y miró para otro lado.

- Es mi ex, hace una semana cortamos, yo no dije que dejé de quererlo, sólo quería un tiempo - contesté, angustiada.

- Pero te gustó -

Era una especie de escena de celos que no me correspondía, él no era nada mío y no había pasado nada entre nosotros físicamente todavía...todavía.

- Mira, ese beso justamente no me gustó, me descolocó, porque yo estaba pensando en vos - dije un poco enojada.

- Pero se lo seguiste unos segundos... -

- Yo lo quiero, Santiago, no sabía como reaccionar - dije.

Se calló un momento y miró para otro lado, así unos minutos.

- Mira, me parece que esta conversación no debería existir - dije, y me levante.

Fui a servirme algo más para tomar, tenía sed y me estaba enojando.

Se acostó en el sillón y no hablaba.

Después de un rato escucho un "vení", y me acerco a él. Me hace un lugar, se sienta y me siento.

- No te tengo y ya me da miedo perderte - dijo, mirándome con los ojos brillosos.

- Santi... -

- ¿Me vas a decir que no te pasa nada conmigo? - dijo.

- No te voy a mentir, me gustas mucho pero mi cabeza no está muy bien - contesté con un suspiro largo.

- Ya te dije que iba a esperarte lo que sea necesario pero no puedo ver como otro te besa y yo no puedo hacerlo -

Silencio incómodo, no sabía que responder.

Me hice la tonta, no podía hacer más, le dije de ver la tele, nos reímos un rato y ese momento tenso desapareció. Eran las tres de la mañana ya, me acosté en sus piernas y me hacía mimos, me tocaba el pelo, el cuello, la cara. Era muy dulce, quería besarlo pero no quería confundirme; quería acariciarlo yo también pero no quería pensar en Martín luego.

Me levanté, lo miré a los ojos, estaba muy lindo.

Dijo que debía irse, debía levantarse temprano. Lo acompañé hasta la puerta, nos miramos unos segundos y dijo:

- Pensándolo bien, creo que estos momentos así son mejores que un beso - dijo sonriendo.

Sonreí timidamente, mirando para abajo. Me tomo de la pera y me hizo levantar la mirada.

- Te quiero, Mariana, ya te lo había dicho - era un momento tan lindo, sólo me perdía de a poco en sus labios, en sus ojos... - No te pido que me ames, se que me tenes cariño pero ¿me queres? - dijo, mirando con ansias -

Lo besé, fue sólo un choque de labios suaves y tiernos, sin abrir la boca y sólo duro menos de un segundo. Le sonreí y cerré la puerta.

"Era lo que necesitaba"

De: Santiago

"Era mi respuesta"

De: Mariana