viernes, 23 de julio de 2010

La vuelta, el reencuentro.

En Salta me sentía sola, a mi tía no la veía desde mi nacimiento prácticamente y era una persona desconocida para mi. Ella vive sola, en una casa muy chiquita pero linda con mucho campo alrededor, vive bastante alejada de todo, es como un pueblito donde todos me miraban y sentía como hablaban de mi.
Allá conocí una chica, Clara, nos hicimos amigas en poco tiempo y escuchó cada uno de mis reproches a mi mamá, de mis llantos, de mis dolores, como yo cada una de sus historias, amores, y su vida tan interesante.
Ese 15 estábamos tomando mate sentadas afuera de la casa, la noté un poco impaciente y por más que reiteradas veces pregunté que le sucedía no me dijo nada. La charla se puso linda, el día bastante agradable cuando vemos un chico que corría desesperado cerca de ahí, a unos cuaaaaantos metros, iba rapidísimo. Nos reíamos de como lo hacía, ¿qué tan apurado estaba? ¿a donde llegaba tarde?. La miré a Clara mientras me reía y ella estaba con lágrimas en los ojos.

- Clari ¿qué pasa? - pregunté un tanto asombrada. Ella no decía nada, estaba llorando, sonriendo, de hecho se reía mirando el suelo. Levantó la vista en un momento y dijo:
- Las cosas que hace el amor, Mar -
- No entiendo... - contesté.
- Que el amor corre rápido, sino mirá - dijo y me señaló al frente donde venía aquel chico corriendo.
- ¡No puede ser! ¡¡¡¡JULIÁN!!!! - grité, salí corriendo, casi tropiezo, no me importó nada.
Corrí lo más rápido que pude hasta que estaba a un metro solamente, ahí salté, me colgué de él, nos abrazamos llorando unos minutos, fuerte, fuertísimo como si no quisieramos soltarnos (no queríamos).
- Perdón por tardar - dijo sonriendo, despegándose de mi.

- Sabía que ibas a venir por mi, yo sabía - dije, llorando, lo abrazaba, lloraba, lo besé, nos besamos.

Luego de unos minutos se acercó Clara a saludar.
- Te presento, él es Julián, del que tanto te hablé - dije.
- Si me habrás aturdido - dijo riendo, con esa tonada linda que tiene ella.
- Pero, no entiendo algo ¿cómo sabías que era él? - pregunté.

Ambos se miraron y se rieron, yo, obviamente, entendía menos.

- El otro día, mientras nos echamos una siesta abajo de los árboles de tu tía, agarré tu celular y lo llamé, no podía escucharte mal. Quería saber que pensaba él de esto y le conté todo, donde estabas, como llegar, para que no se pierda porque me dijo que quería venir a buscarte. Borré la llamada y me hice la tonta - dijo Clara, riendo.
- No lo puedo creer ¿hiciste eso? ¡mala! no me dijiste nada - dije.
- Era sorpresa, yo le anoté su celular y nos contactamos, yo sabía que hoy él iba a venir - dijo ella.
- Por eso estabas tan nerviosa - dije.

Pasamos toda una tarde juntos, conversando, riendo. Se hacía de noche.

- Despedite porque nos vamos - dijo Julián, agarrándo fuerte mi mano.
- ¿A donde? - pregunté.
- Nos volvemos a Buenos Aires, vos acá lejos de todos no vas a estar, y menos lejos mío. Empacá todo - dijo él.
- No ¿y a donde voy? no puedo así - reclamé.
- Ya vas a ver, vas a tener donde estar, vamos, apurate -

Bueno, no me costó nada decirdir si iba o no, era lo que más quería.Le expliqué a mi tía lo que sucedió, le dije que no diga nada a Mercedes, que lo prometa. A lo que contestó que no iba a decir nada, que estaba feliz con lo que hacía, que mi lugar era allá, con mis amigos, con este chico, que aceptó que yo venga porque no quería que me quede con cualquiera, pero que a Mercedes ella no la quería por todo lo que hizo, por abandonar así a mi papá, así a mi hermano, así a mi.Pasamos toda la noche juntos, en lo de mi tía, con Clara. Me despedí de ella y temprano fuimos a tomar el micro.
Al llegar Julián llamó a su mamá, le dijo que estaba todo bien y que ahora iba a "ese lugar". Pregunté a donde, y no me contestó.
Fuimos en remis hasta Capital, ya ma resultaba extraño esto. Llegamos, me hizo subir a un departamento hermoso, lujoso, sin muchos muebles, se notaba abandonado, pero hermoso en si.

- ¿Y esto? - pregunté.
- Es tuyo - dijo.
- ¿Qué? ¿me estás cargando? -
- Dijiste que no te ibas a quedar en mi casa, bueno, hablé con mamá y me contó que tenía este departamento hace bastante, para cuando yo quiera independizarme bien, irme a vivir solo y demás. Es un regalo que ella pensaba hacerme, que yo te lo presto - dijo él.
- No, no, Juli - y lloré, de felicidad, no sé, lloré.
- Hoy duermo con vos acá, después no molesto más - dijo abrazándome - Te amo, que bueno tenerte cerca -

Era perfecto, estaba muy lejos de mis amigos pero me sentía a salvo, en "mi hogar" y sabía que si quería ver a alguien tomaría unos minutos solamente. Además, lo tenía a él.
Pero los días iban a pasar y mi Mercedes iba a tener que enterarse de que yo estaba acá...

5 comentarios:

  1. Que hermoso es el te juro.. te juro que si lo pierdes por tonta voy a buscarte a ese departamente.. hablo con Clara y le digo que me cuente todo! Besos pequeña y que todo te vaya bien!

    ResponderEliminar
  2. Nnanana, por favor.. Necesito saber si esto es verdad.-
    Me muero del amor. No, no tengo palabras

    ResponderEliminar
  3. ayyyy volviste renovadaaaaaaaa! jajajaj me encantaa como te demuestra su amor! es un genio!

    ResponderEliminar
  4. SIMPLEMENTE HERMOSO! parece de novela ! me alegro muchísimo, y de corazón espero que seas MUY FELÍZ :)

    ResponderEliminar
  5. HERMOSOOOOOOOOO!! Parece de película! Increíble.

    ResponderEliminar

Gracias por poner aquí tu opinión, cada palabra tuya me ayudará a crecer.